En tierras wichitas

Fue de esas tardes donde lo realizado, donde lo compartido, va tomando dimensión junto a la almohada, cuando el reloj marca las dos de la mañana y uno sigue con los ojos bien abiertos, pensando que quince días atrás estábamos en el limbo, entre Panamá y Costa Rica, sin poder ingresar a ninguno de los dos países por trámites burocráticos. Y ahora en casa de Dave, uno de los más grandes y sabios hilanderos del planeta, compartiendo historias de esquimales y saboreando comidas que hacía rato no pasaban por nuestro esófago.
La escuela del pueblito Indiahoma nos recibió con la calidez que habita en estas tierras. Acompañamos a Dave a realizar cuatro talleres y, con todos nervios del mundo, aceptamos enseñar nosotros también algunas figuras.
Un sueño cumplido en tierras wichitas.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.