Cruzando estados

La carta publicada en las redes sociales por Lupita, madre de un excelente hilandero, nos dio un empujón bárbaro para difundir el proyecto (luego de ver en su casa como la compu y la tele perdían terreno frente a un cordel) y llegó hasta la moderna León, ubicada en el Estado de Guanajuato. Desde ese entonces, sólo bastaron un par de llamadas para que coordinemos con Gaby, directora del Colegio Montessori Chiaravalle, y saliésemos con prisa para allá. Recibidos como reyes, realizamos una trabajosa experiencia con los pequeñitos del kinder junto a sus padres, para luego, y en dos tardes, realizar tres talleres más con diferentes grados de la primaria. Los cálculos nos dicen que trabajamos con aproximadamente 120 niños, en dos días, en cuatro talleres. Pero como todo dato estadístico, frío e insensible, no refleja lo que sí manifiestan (muchas veces a medias) las fotos y videos. Y nuestro propio disco rígido, repleto de momentos y situaciones que dibujan sonrisas. Los números nada dicen, decíamos, de las maestras que luego de finalizar la jornada nos pidieron por favor que le enseñáramos más figuras; callan también que cuando esperábamos el taxi para ir a la terminal de autobuses, vimos que a la salida del colegio a los niños no le alcanzaban las piernas y manos para correr y mostrarles a sus padres lo que habían aprendido. Y así nos volvimos a despedir: nosotros saludando y ellos mostrándonos peces y estrellas por las ventanillas de los autos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.